Ganoderma lucidum, conocido por su nombre botánico, es un hongo parásito o saprofito que prefiere la madera de roble o castaño como hábitat; para sobrevivir, requiere un sustrato leñoso en descomposición.
El Reishi es considerado un adaptógeno, es decir, un compuesto que puede ayudar al organismo a enfrentar el estrés y potenciar el sistema inmunológico. Utilizado durante milenios en la medicina tradicional china, el hongo Reishi o Ganoderma no solo refuerza el Qi (energía vital según la tradición oriental) sino que también posee numerosas propiedades curativas.
En China, también se conoce con el nombre de Ling Zhi, que significa “esencia de la inmortalidad”. Este apelativo proviene de la cultura oriental china. De hecho, el Ling Zhi (que significa “hierba divina de la longevidad”) estaba reservado solo para el emperador y la familia real, quienes eran conscientes de sus poderosos efectos beneficiosos para el organismo, al punto de denominarlo el “Hongo de la inmortalidad”. Como prueba de su aclamación, este increíble hongo fue incluido en la cima de lo que se considera el primer tratado médico de la Antigua China. Una verdadera Biblia médica oriental donde se describen de manera clara una variedad de tratamientos tan naturales como potentes.
Este memorable tratado, llamado “El Clásico sobre las Raíces de las Hierbas del Campesino Divino”, fechado alrededor del 200 d.C, divide los 365 elementos en tres categorías: superior, media y aceptable. El Ganoderma se ubica en la categoría “superior”, en primer lugar, incluso por delante de la magnífica planta del Ginseng.
Según los criterios de clasificación de este manual, para pertenecer a la primera categoría, la ingesta de un elemento específico, además de aportar efectos beneficiosos poderosos al organismo, también debe carecer de efectos secundarios incluso después de una ingesta a largo plazo. Como confirmación de esto, el libro afirma que la ingesta continua de Reishi ralentiza el envejecimiento y favorece la longevidad, brindando beneficios tanto al cuerpo como a la mente, así como al espíritu.
Las propiedades beneficiosas del Ganoderma o Reishi son numerosas y bien documentadas hoy en día. Gracias a sus principios activos, a saber: polisacáridos β-glucanos y hetero-β-glucanos, moléculas conocidas por ser antitumorales e inmunostimulantes; proteínas definidas como Ling Zhi-8 (LZ-8), péptidos antialérgicos, hipocolesterolemizantes e hipotensores; y ácidos ganodéricos (triterpenos), esteroles capaces de reducir las reacciones alérgicas limitando la producción de histamina, optimizando la respiración celular y favoreciendo la función hepática, el Reishi promueve actividades analgésicas, antialérgicas, previene la bronquitis, es antiinflamatorio, estimula las células inmunitarias Natural Killer (NK), es antibacteriano gracias a la inmunostimulación, antiviral por el aumento de la producción de interferón, antioxidante, antitumoral, hipotensor, hipocolesterolemizante, cardiotónico, antidepresivo y relajante, mucolítico, obstaculiza el virus del VIH (tanto in vitro como in vivo), mejora la función de la corteza suprarrenal, aumenta la producción de interleucina 1 y 2 producida por macrófagos y esplenocitos.