El “anti-envejecimiento” se refiere al conjunto de estrategias terapéuticas, no solo vinculadas a la medicina clásica, sino también a la medicina natural, que se ocupan de prevenir los daños y trastornos debidos al envejecimiento, no solo a nivel estético, sino (sobre todo) a nivel de tejidos y órganos internos. Se presta atención principalmente a la prevención, para identificar tempranamente disfunciones o trastornos relacionados con el envejecimiento. Se centra predominantemente en la salud, la longevidad, una mejor calidad de vida y un equilibrio bienestar psicofísico. El campo de la medicina anti-envejecimiento es extremadamente amplio y completo, debe ser tratado a fondo y aplicado de manera personalizada a cada individuo.
La salud representa la expresión completa del bienestar psicofísico y no solo la ausencia de enfermedad. La medicina naturopática anti-envejecimiento se ocupa principalmente de personas clínicamente sanas o con problemas aún no manifestados. Busca determinar la presencia y la posible incidencia de factores de riesgo que pueden generar un “mal funcionamiento” de nuestro organismo. El anti-envejecimiento es, por lo tanto, principalmente “prevención”, indicada para todos porque es capaz de aumentar la expectativa de vida y salud, permitiendo al cuerpo expresar todas esas potencialidades que a menudo están presentes, pero que un estilo de vida incorrecto, una alimentación incorrecta, el estrés excesivo… no permiten alcanzar.
El campo de acción de la medicina anti-envejecimiento es muy amplio y abarca todos los aspectos de la salud de una persona, su estilo de vida, una alimentación saludable, un adecuado equilibrio psicofísico, que resulta en un vigor físico constante y armonía interior. Inicialmente, se pueden considerar solo algunos sectores, concentrándose en el tema más “superficial”, entendido como el área más visible que es la prevención que concierne a nuestro aspecto estético, como los tratamientos destinados a ralentizar los efectos del envejecimiento y mejorar la apariencia de nuestra piel y la vitalidad de nuestros tejidos.
Programas específicos pueden mejorar notablemente nuestro aspecto y bienestar. Con este fin, hemos seleccionado algunas sustancias y creado un pequeño “protocolo básico”, tanto cosmético como de suplementación nutricional, que agrupa las sustancias más necesarias para mantener la condición óptima de nuestro cuerpo y/o ralentizar los daños causados por agentes endógenos o exógenos. ¡A cada uno lo suyo! Cada persona es un universo único, con su propia historia e identidad específica, debe ser escuchada y aconsejada, y se debe adaptar un camino educativo de corrección y apoyo a medida para detener, donde sea posible, pero ciertamente para frenar el deterioro y debilitamiento físico.
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